El empresario Ángel Rondón proclamó a las juezas del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional su inocencia en el caso Odebrecht, tras señalar que merece entregar a la tumba de su hijo la sentencia que en nombre de la República dictará el tribunal de absolución sin más miedos que el de su propia consciencia.
Rondón, representante comercial Odebrecht en el país, dijo creer en la justicia dominicana, en su independencia y en las juezas que en nombre del Poder Judicial han conocido este caso, no sólo por su trayectoria y formación, sino por el nivel de responsabilidad e imparcialidad que han exhibido, las competencias, la entereza y vocación que demuestran, lo que de algún modo le ha devuelto la fe.
“Debo decir también, tanto a las juezas que hoy me escuchan por última vez, al Ministerio Público, de quien apeló sensatez y honestidad, como a la población dominicana, que me queda la tranquilidad y la paz, que, como siempre he dicho, quedó demostrado que no es cierto que ejerciera soborno para obtener concesiones o favores a mi nombre”, enfatizó Rondón al pronunciar su palabra final en el juicio Odebrecht.
Explicó que quedó evidenciado que no existe ningún documento, ninguna actuación, ninguna afirmación, ningún testimonio capaz de producir la certeza que se necesita para dictar una sentencia que no sea de absolución, pues, contrario a lo dicho de forma populista e irresponsable por el Ministerio Público en las puertas del tribunal al salir de cada audiencia, lo que aquí todos presenciaron fueron testigos a cargo que demeritan la acusación y testigos a descargos que confirmaron las tesis de los imputados.
Destacó que quedó demostrado que Odebrecht utilizó a un funcionario de su empresa, Heitor Azevedo para ofrecerle a un ejecutivo de EGEHID US$80,000 para el proyecto Pinalito y que el Ministerio Público miró para otro lado y no lo interrogó.
“Debo decir también, tanto a las juezas que hoy me escuchan por última vez, al ministerio público, de quien apelo sensatez y honestidad, como a la población dominicana, que me queda la tranquilidad y la paz que, como siempre he dicho, no soy la persona que Odebrecht utilizó para dar sobornos a funcionarios para beneficiar a mi representada”, enfatizó.
Dijo que le entristece ver cómo un caso que fue político y que buscaba dañar políticos contrarios, se convirtió en un circo en el que se buscó todo, menos la verdad, sin importar que en el proceso se afectaran vidas y se hiciera al Estado dedicar tantas jornadas en detrimento de la verdadera persecución.
“Como no soy abogado, pensaba que los alegatos finales de los ministerios públicos debían estar conectados a pruebas y no a argumentos de manipulación tendentes a cargar en las juezas una responsabilidad que no les corresponde, porque ellos eran lo que debían probar lo que alegaban, y si no lo probaban, como no lo hicieron, retirar responsablemente esta acusación que desde sus inicios estuvo encaminada al fracaso por obedecer a otros intereses, distintos a la búsqueda de la verdad y a la justicia”, adujo.
Sostuvo es un empresario que nunca ha manejado fondos públicos, que toda su vida ha trabajado de forma próspera y pública, que ha compartido con todos los políticos de la nación, sin hacer vida política con ninguno, que representó legalmente una corporación, como lo ha hecho con otras, que es padre, hijo y esposo.
Manifestó que el Procurador General de la República que llevó esta investigación Jean Alain Rodríguez y la presentó al país como su obra estrella y que dijo públicamente que este era su mayor caso, es el mismo que hoy el ministerio público que postula ante este tribunal llevó a la cárcel acusándolo de corrupción y de un uso indebido de la función, lo que ante cualquier observador razonable desacredita en todo su esplendor ésta vacía y populista acusación.
Dijo que ha vivido casi cinco años una experiencia que no desea a nadie, en la que ha estado privado de libertad, afectado en muchos sentidos, en la que ha visto a su familia y a sus amigos sufrir y desgastarse, en la ha tenido que incurrir en gastos significativos en pagos de abogados y que sus negocios y proyectos se estancaron.
Rondón, quien es representado por los abogados José Miguel Minier, Emery Rodríguez y Fernán Ramos, además sostuvo que en trayecto perdió a su hijo que se fue a la tumba atormentado por su situación, “solo debo decir que tengo fe en Dios y en su justicia”.