Por Manuel Nin Matos
(Ex Presidente de Asocludisna, Abadina, Udedofla y Club Rafael L. Solano).
En la primera parte hable de la importancia de los Clubes Deportivos y Culturales como instituciones singulares cuyo conocimiento de los barrios y sus líderes, son propicios para ser vehículos de transmisión de planes y programas que ayuden a millones de jóvenes a salir del circulo de la pobreza y la delincuencia.
Los teóricos del Estado y los incúmbete de los ministerios que tienen que ver directamente con la población, léase Educación, Cultura, Salud, Deportes y las universidades. Jamás han articulado un programa conjunto para intervenir en los barrios y campos donde crecen la mayoría de los jóvenes ciudadanos del futuro.
Casi siempre estos (los jóvenes) tienen que ir a dichas instituciones de donde salen frustrados. Que les cuesta a los técnicos y profesionales de esos ministerios reunirse y proyectar un macro plan sectorial y focalizado en dichos sectores populares por intermedio de los clubes, parroquias, Junta de Vecino, Ligas deportivas, etc. Dicho plan de acción no puede ser inmediatista e improvisado. Cuáles son las deficiencias de los barrios en cuanto a la juventud se refiere: Desempleo, bajo nivel educativo (abandono escolar), relaciones familiares precarias, exposición a la delincuencia organizada y ausencia de lugares y programas de recreación (habrá muchas otras precariedades sin dudas).
Los Clubes Socio Culturales, las Ligas Deportivas, las parroquias, las Juntas de Vecino, etc. cuenta con los locales necesarios (algunos por reconstruir) para poner en marcha los programas de intervención en dichos barrios. Por qué el Ministerio de Educación no se ha planteado construir grandes politécnicos en los sectores más poblados: Uno en la zona norte, en los Minas, Villa Duarte, Herrera, los Alcarrizos, Haina, San Luis.
Dichos politécnicos en coordinación con INFOTEP podría preparar miles de técnicos de los barrios para ingresar en las grandes empresas, sector turístico, sector agropecuario agropecuarios y universidades. Los Ministerios han estado improvisando programas por anos y anos; sin hacer estudios a fondo de las realidades de los barrios y comunidades campesinas a fin de invertir en verdaderos programas de desarrollo.
Ahora que contamos con un Presidente que ha dicho y reiterado su intención de desarrollar líneas de desarrollo que produzcan empleos y oportunidades a la juventud; yo confió que eso no se quede en pura retórica política. Una verdadera política hacia la juventud comienza con la educación que apunta a los polos de desarrollo nacionales. Decimos que el turismo y el agro son nuestros pilares de desarrollo, entonces es ilógico que no tengamos carreras universitarias masivamente preparando esos técnicos y profesionales.
Tenemos una muy buena cantidad de Clubes y ligas institucionalizados para iniciar con buen pie cualquier proyecto de intervención en esos barrios; existe la Federación de Uniones Deportivas y la Federación de Clubes Deportivos y Culturales; Asociaciones de Clubes, Uniones Deportivas, Fundaciones de todo tipo, Cooperativas encabezados por dirigentes capacitados y moralmente probados respetados por sus comunidades. Que espera el Ministerio de Deportes, Ministerio de la Juventud, de las Mujeres, de Educación (El INEFI), Universidades, etc. para sentarse a la mesa y planificar un gran plan nacional de rescate a nuestra juventud y la familia.