Están derribando impunemente todo, dejando desnudos sus boscajes y asolando su capa vegetal, para dejar solo expuestas allí las rocas calizas que la sostienen.
Lo que costó 65 mi l lones de años la emersión aquí de la impresionante Sierra de Bahoruco, un pulmón vital para la existencia humana y otros organismos vivos, se desgasta y desaparece a golpe de una brutal depredación de sus bosques y suelo que nadie se atreve a frenar.
Poco a poco, las labores agrícolas se han ido extendiendo a través del bosque nublado de este parque nacional, uno de los que más agua y biodiversidad almacenan en la isla, mientras la presencia haitiana en las labores de corte y desgarre de los suelos es notoria en todas partes.
Terrible daño al bosque
Han dado paso libre a familias enteras de Haití, sin estatus legal, que se ocupan, previo a la preparación de tierras y jornadas de siembra, de los desmontes de enormes espesuras de bosques que atraen agua y dan vida.
Los daños son visibles e inmensos y no se ve vigilancia ni medida alguna para parar esta tragedia medioambiental. Los parches de deforestación son visibles en casitodas los cerros y lomas de la Sierra.
En sus montañas más inclinadas, las lluvias bajan y dejan manchas sobre los peñascos sin vegetación.
El indetenible éxodo de haitianos hacia esta zona, empujados por la miseria y la ruina total que oprime a su país, oferta aquí mano barata para trabajos destructivos.