La noche llegó y ya casi todos dormían en Pakistán, cuando un fuerte sacudón de tierra despertó a miles de personas que viven en diferentes partes del suroeste del país.
El poderoso terremoto de 5,7 grados de magnitud destruyó más de 100 casas de adobe y un gran número resultaron dañadas, incluidos edificios gubernamentales. Según Sohail Anwar, comisionado adjunto en la ciudad de Harnai, muchas personas quedaron sin hogar.
Naseer Nasir, director general de la Autoridad de Gestión de Desastres informó que unas 20 personas fueron encontradas muertas entre los escombros y más de 200 resultaron heridas. Entre las víctimas mortales, la mayoría son mujeres y niños.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) afirmó que el sismo tuvo una profundidad de 20 kilómetros, con un epicentro a 102 kilómetros al este de la ciudad de Quetta, cerca de la frontera con Afganistán.
La zona más afectada fue la ciudad de Harnai, donde los rescatistas tuvieron problemas para ingresar por la falta de caminos pavimentados, electricidad y cobertura móvil.
En imágenes proporcionadas por la agencia AP se ve a decenas de personas en las calles de Harnai tratando de comunicarse por teléfono con amigos y familiares, mientras que trabajadores de la salud instalaron camillas a la intemperie para ofrecer atención médica a las afueras de un hospital local.
Varias personas registraron el momento cuando la tierra se sacudió. En redes sociales fueron publicados videos de casas temblando y luces balanceándose en las calles al punto de quedar en completa oscuridad.
En octubre de 2015, un terremoto de 7,5 grados de magnitud dejó cerca de 400 muertos en Pakistán y Afganistán. Pero, aún más mortal fue el sismo de octubre de 2005 de 7,6 grados de magnitud y que dejó más de 73.000 muertos y unos 3,5 millones de personas sin hogar.