En las afueras del puesto de vacunación ubicado en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte había una larga fila de repartidores de comida estacionados y otros entrando a inocularse contra el Covid-19.
La razón es que se les ha impedido el paso en las plazas comerciales, los restaurantes y otros establecimientos por falta de certificado de vacunación.
“Yo no entiendo cómo es que una regla de un ministerio está por encima de la Constitución”, exclamó uno de los repartidores presentes.
Confesó que la mañana de este lunes trató de ingresar a un supermercado y le fue impedido el paso.
Otro de los repartidores dijo que se puso la primera y tuvo que acudir porque le están exigiendo la segunda y “ya es obligado ponérsela”.
“Yo me la vine a poner por obligación, porque ya están obligando a uno”, dijo.
Su compañera aseguró no estar en contra de la vacuna, pero que “la vida es de cada quien”.