Los presidentes de República Dominicana, Costa Rica y Panamá propusieron ayer acciones urgentes a favor de Haití, que incluyen el desarme y pacificación de la población, así como el fortalecimiento de la seguridad, para la celebración de elecciones libres y transparentes en esa nación.
En una declaración conjunta firmada ayer, los pesidentes Luis Abinader, de República Dominicana; Carlos Alvarado, de Costa Rica, y Laurentino Cortizo, de Panamá, hacen un llamado especial a los Estados Unidos, para aunar esfuerzos en la solución conjunta del problema migratorio.
“Reiteramos nuesra profunda preocupación ante los retos que plantean la crisis política, económico-social, alimentaria y de seguridad en la República de Haití”, expresa el documento, donde también proponen a la comunidad internacional, con la participación de las autoridades haitianas, involucrarse de inmediato en el desarrollo y ejecución de estas medidas.
Las propuestas plantean además a la comunidad internacional presentar, con el apoyo de organismos como la Cepal y el PNUD, un plan de desarrollo integral sostenible para Haití, así como el financiamiento de un programa comunitario para recuperar las cuencas, reforestar y restaurar los ecosistemas, para contribuir a la creación de empleos.
Reunión en Dominicana
Los mandatarios se comprometieron a celebrar el próximo encuentro de los países integrantes de la Alianza para el Desarrollo en Democracia, el 10 de diciembre de este año en la República Dominicana, con el objetivo de identificar iniciativas encaminadas a la captación de inversión y la reactivación del comercio en la región que representan.
“Resaltamos la importancia que tiene para los países de la Alianza la dinamización del crecimiento económico, para lo cual instruimos a los ministros de Comercio Exterior, bajo la coordinación de República Dominicana y con el de Comercio Exterior, bajo la coordinación de República europea y con la activa participación del sector privado como aliado clave, para programar esta reunión antes de finalizar el 2021”.
La firma de la declaración conjunta se realizó en el palacio presidencial Las Garzas, situado en el Casco Antiguo de la capital panameña, frente a la Bahía de Panamá.
Los mandatarios expusieron su preocupación por los flujos migratorios irregulares crecientes, sin precedentes en esos tres países, consideraron urgente la necesidad de abordar de inmediato el fenómeno, bajo un enfoque integral y con la responsabilidad compartida de todos los países de la región, que se han constituido en ruta de origen, tránsito y destino, por lo que no pueden enfrentar de manera aislada este desafío.
Los mandatarios reconocieron además el valor de la solidaridad y de la cooperación regional como forma de intercambiar mejores prácticas y búsqueda de soluciones a los desafíos comunes que enfrentan.
Proponen identificar áreas estratégicas de colaboración y líneas de acción que favorezcan una respuesta eficaz al proceso de recuperación post Covid-19.
También instaron a los países en desarrollo a aumentar la movilización del financiamiento concesional extraordinario para la recuperación luego de la pandemia, así como aumentar la calidad y la cantidad de la financiación para la adaptación climática y la transformación tecnológica digital.
Expusieron también la vulnerabilidad frente a los grandes desafíos del cambio climático, de la contaminación y y de la pérdida de la biodiversidad.
Los mandatarios expresaron también su preocupación ante la situación crítica de la política y el deterioro de los derechos humanos en Nicaragua, y coincidieron con que el desarrollo del proceso electoral al día de hoy no reúne las garantías para elecciones libres, justas, inclusivas y transparentes, entre otros temas regionales.
El pasado 22 de septiembre, en el marco de la Alianza para el Desarrollo en Democracia, los tres presidentes emitieron un comunicado conjunto en el que expresaron su profunda preocupación por la crisis que atraviesa Haití y el creciente impacto que está generando sobre la región, en particular las graves consecuencias migratorias y abogaron a la comunidad internacional por soluciones para ese país.
El presidente Luis Abinader viajó ayer a Panamá a las 8:05 de la mañana, en un vuelo comercial y a su llegada fue recibido por la embajadora Violeta Mazara, la vicecanciller de Panamá Daira Carrizo Castilleros y el cónsul dominicano en Panamá, Robert Polanco.
Estaba previsto que el mandatario regresara a República Dominicana después de la mediano en un vuelo comercial de la aerolínea panameña Copa.