Haitianos se dirigen hacia la frontera por gasolina

La situación en ese país vecino es tan delicada que dos de los pocos hospitales que funcionan en Haití, el Nos Petits Frères et Sœurs (NPFS) y la Fundación St Luc (FSL)”, advirtieron de que están a punto de cerrar sus puertas a los pacientes, esto porque agotan el combustible para operar las plantas eléctricas de emergencia.

A la crisis política y de inseguridad que zarandea a Haití, y abrumado en exceso por los grupos armados ilegales, ahora se agrega una crisis de suministro de combustible que lo tiene al borde de una parálisis total.

Los centros sanitarios podrían cerrar sus puertas a personas que buscan cura a sus dolencias de salud.

Las direcciones de esos centros sanitarios solicitaron al Gobierno establecer un corredor humanitario para abastecer las plantas eléctricas de emergencia y seguir dando el servicio de salud a la población.

Una válvula de escape
Al no conseguir combustible en su país, los puntos de conexión entre Haití y República Dominicana, a saber, Jimaní, Pedernales, Elías Piña e Independencia, constituyen “una válvula de escape” para los haitianos, que adquieren derivados del petróleo y luego los revenden a precios elevados.

En esta zona, cientos de haitianos se aglomeran en las estaciones de expendio de combustible en busca de gasolina o diésel. Camionetas, carros y motocicletas procedentes de poblados haitianos se observan en las gasolineras de Pedernales, Barahona, Elías Piña, Bahoruco e Independencia.