Decenas de migrantes que acampan en una garita en la fronteriza ciudad mexicana de Tijuana, fueron víctimas del engaño y de su desesperación por llegar a Estados Unidos y este viernes intentaron un cruce masivo ilegal por la Garita Internacional de San Ysidro.
La movilización comenzó pasado el mediodía cuando los migrantes, en su mayoría centroamericanos y mexicanos, de diferentes estados del país, recibían su segunda dosis de la vacuna contra la covid-19, por parte de la Secretaría de Salud de Baja California.
En ese momento un joven salió debajo de un puente gritando que la frontera con Estados Unidos ya había sido abierta para los migrantes, por lo que un primer grupo unas 12 personas entre niños y adultos, tomaron sus pertenencias y a toda prisa se dirigieron al cruce fronterizo.
Posteriormente les siguió otro grupo y así hasta alcanzar una cifra de casi 250 personas que intentaron llegar a EE.UU. de forma ilegal, pero su sorpresa fue que al tratar de dejar México ya los esperaba una decena de agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Con maletas en mano y entre los vehículos que iban con destino hacia la Unión Americana, los migrantes comenzaron a molestarse y exigir que les permitieran el libre tránsito, pues tenían entendido que el presidente Joe Biden ya había abierto las puertas de su país.
“Nosotros estábamos en el campamento de El Chaparral, tranquilos esperando ayuda humanitaria y escuchamos que las fronteras se estaban abriendo y nos vinimos todos”, dijo un joven hondureño a la prensa mexicana.
“Íbamos a pasar, pero la misma gente racista comenzó a meter presión, muchas personas gritaban que no nos dejaran pasar porque querían ir a trabajar los que ya tienen papeles”, expresó al justificar que el bloqueo a su paso fue el racismo.
Fue poco más de una hora lo que el tránsito vehicular y peatonal estuvo bloqueado para ciudadanos y residentes de Estados Unidos, pues los migrantes se negaban a moverse del sitio con la esperanza de que en algún momento la frontera les fuera abierta.
Desde el 18 de febrero del 2021 los migrantes comenzaron a llegar a El Chaparral, uno de los cruces fronterizos más modernos que conecta a Estados Unidos y México a través de Tijuana, Baja California y San Ysidro, California.
Hasta este día no se ha informado por parte de los Gobiernos de ambos países sobre algún plan de ayuda para remover a los migrantes de una zona que fue edificada con fines turísticos, tampoco se ha mostrado un plan de llevarlos a algún albergue.
Este jueves, el Instituto Nacional de Migración (INM), informó que del 1 de enero al 31 agosto México ha identificado a 147.033 personas migrantes en condición irregular en el país.
También este jueves, las autoridades mexicanas dispersaron la tercera y última caravana migrante que partió en días recientes del municipio mexicano de Tapachula, fronterizo con Guatemala.
Las caravanas estaban compuestas por centenares de migrantes, en su mayoría haitianos, centroamericanos y venezolanos, pero las fuerzas de seguridad disolvieron las caravanas aunque organizaciones y agencias de la ONU denunciaron que los agentes mexicanos emplearon uso excesivo de la fuerza.
Cuestionado sobre el tema, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló el jueves que la próxima semana enviará una carta a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, para insistir que atienda las ‘causas’ de la migración forzada y ofrezca visas temporales de trabajo para centroamericanos. EFE