A tres semanas de unas declaraciones del presidente Luis Abinader sobre el caso de las pandillas en Haití, que enfurecieron al canciller de ese país, Claude Joseph, y levantaron roces en las relaciones bilaterales, el diplomático abre un nuevo capítulo de fricciones y ahora advierte de que su país continuará la construcción de una represa mediante el desvío de aguas del río Masacre.
En efecto, Joseph pidió al primer ministro Ariel Henry avanzar con la construcción de la obra, en la zona de Juana Méndez, por considerar que “el Estado haitiano no tiene por qué suspender o detener un proyecto que acometa bajo mandato de un gobierno extranjero”.
Ese proyecto, según el ministro, fue encomendado por la firma Cubana DINVAI, pero los trabajos están suspendidos desde hace varios meses, luego de “protestas infundadas levantadas por las autoridades dominicanas, alegando que este trabajo iría en contra de los intereses de República Dominicana”.
El diplomático haitiano recordó que en una carta dirigida al canciller dominicano el 15 de junio de 2021, en respuesta a una correspondencia, dijo “haber expresado claramente que, contrario a lo que sugieren los dominicanos, este sistema de riego no constituye un desvío del rumbo del agua del río, y por lo tanto no tiene impacto en la vertiente dominicana”.
Joseph le escribió al primer ministro Ariel Henry para llamar su atención sobre la importancia de continuar con los trabajos relacionados con la construcción de la presa, al entender que esta es “de interés de la nación, más específicamente de la población de la zona fronteriza”.
Explica que en 2018, la administración del presidente Jovenel Moïse, que fue asesinado en 7 de julio pasado, |se inició la construcción de un sistema de riego en el lado del río Massacre, en la frontera, para facilitar r el riego de unas 3.000 hectáreas de terreno en la base de la Plaine de Maribaroux”.
Joseph destacó la importancia que representa para los haitianos la construcción de la obra, señalando que el Estado haitiano “no tiene por qué suspender o detener un proyecto que acometa bajo mandato de un gobierno extranjero”, en una clara referencia a la objeción hecha por el Gobierno dominicano al desvío del río que divide la isla en la parte Norte.
El pasado lunes 1 de este mes, el gobierno haitiano respondió a República Dominicana tras un llamado del presidente Luis Abinader en relación con la situación creada por las bandillas armadas a Haití, recordándole al país que también enfrenta un problema de inseguridad.
En esa ocasión, el canciller Claude Joseph afirmó en la red social Twitter que República Dominicana vive un ‘aumento de la delincuencia’, tal y como lo señala el Departamento de Estado de Estados Unidos en sus alertas de viaje.
“Tras la advertencia del 25/10/21 del @StateDept contra el aumento de la criminalidad en tierras vecinas, aliento al Gobierno dominicano y al de Haití a trabajar juntos para frenar el problema de la inseguridad en la isla”, escribió Joseph en Twitter.
El río Dajabón, conocido en francés como Rivière Massacre, pertenece a República Dominicana, en su mayor extensión. Delimita una parte de la frontera entre la República Dominicana y Haití. Esta división entre la parte este y oeste de la isla data de 1776, cuando el gobernador José Solano y Bote y el Conde de Annery deciden fijar el río como frontera, en la parte norte, y el río Pedernales, en la parte sur. Esta decisión fue ratificada por el tratado de Aranjuez.