Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Familiares de numerosos muertos y muertas están demandando a la funeraria RG Ortiz Funeral Home Inc, en la avenida Broadway y calle 191 en el Alto Manhattan por poner en los ataúdes para velarlos cadáveres momificados, dejando restos y manchas de sangre en el piso del espacio donde se embalsaman los cuerpos.
Las imágenes entregadas por los deudos de los difuntos al canal Bronx News 12 que emitió el lunes un reportaje titulado “Death Without Dignity” (Muerte Sin Dignidad” muestran las distorsiones de los maquillistas funerarios que desparecieron el parentesco entre los físicos reales y los que ellos hicieron.
Los cadáveres de las dominicanas Flora Jerez y Zulma Leonardo y el afroamericano Dewayne Warthen son parte de las evidencias con que cuenta el abogado de los deudos de las difuntas y difuntos, Ian Chaikin para proceder con la demanda mientras el propietario de la funeraria Michael Ortiz guarda silencio.
No es la primera vez que la funeraria Ortiz en el Alto Manhattan enfrenta quejas, críticas y recursos judiciales por mala práctica y violar los protocolo que rigen el trabajo funerario en Nueva York con respeto y dignidad a los que se han ido.
En marzo 2018, el fallecido ex sargento de la policía de Nueva York, Miguel Paulino denunció que la misma funeraria le entregó un cadáver de una muerta que no era su madre, María Altagracia Castro quien falleció siendo entregado su cuerpo a la funeraria en el Alto Manhattan pero tuvo que recorrer varias otras en El Bronx y Brooklyn para encontrar el cadáver de su mamá amontonado en un sótano.
Paulino, quien murió por COVID-19 después de viajar a la República Dominicana, también incoo un demanda contra esa funeraria.
En 2017 familiares de Ramón Paulino de Jesús quien murió de cáncer denunciaron que la funeraria Ortiz, retuvo el cadáver, a pesar de haber cobrado casi $6 mil dólares por el velatorio y el transporte del cuerpo a Santo Domingo en la República Dominicana, donde iba a ser sepultado en el cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez.
Además de los rostros momificados, las imágenes presentadas por los parientes de los fallecidos presentan un mayúsculo desorden, suciedad, camillas obsoletas, cuerpos enredados en bosas de basura semejando desperdicios y espesas manchas de sangre en el piso del área donde se “arreglan” los cadáveres.
El abogado dijo que se ha pedido la suspensión inmediata de la licencia a la funeraria Ortiz y cuya decisión está en control del estado.
Flora Sosa, nieta de Flora Jerez cuyo cadáver fue totalmente distorsionado dijo que su primera reacción fue la de asombrarse rechazando el aspecto dado por la funeraria a la cara diciendo que esa no era su abuela.
Señaló que el alegato alegre de los responsables, fue el de que eso pasó porque su abuela era muy vieja.
La demanda es por daño emocional además de las violaciones citadas.
«En lugar de ver a su ser querido, básicamente vio lo que parecía ser una estatuilla de arcilla desfigurada», dijo el abogado de la familia de la abuela.
Dijeron que Ortiz Funeral Home echó a perder la preparación del cuerpo de Jerez.
«Ella siempre quiso un servicio hermoso porque tenía una vida hermosa», dijo Sosa. «Y el hecho de que no solo tuvimos que pasar por el dolor de su muerte, sino también verla en esa condición, rompió a nuestra familia», añadió.
«Quiero que todos vean lo que le hicieron a mi hermana», dijo Karina Olavarria, quien acusa a Ortiz de arruinar la apariencia de su hermana en su velorio.
En otro caso, una mujer dice que su esposo, quien murió de un infarto, fue presentado luciendo como si hubiera muerto en un incendio.
Un ex empleado de la funeraria que habló con Bronx News 12 pidiendo anonimato, dijo que así es como tratan a la gente en ese negocio.
Señaló que ha sido testigo del mal manejo de los cuerpos mientras trabajaba con Ortiz Funeral Home.
También sostuvo que en las imágenes se muestran cuerpos que no fueron refrigerados durante días.
«Apilados como sardinas, muy poco profesional», dijo. «Las ratas están merodeando por ahí”, añadió en la entrevista anónima en la que aparece como una silueta.
«Vi un cuerpo con la mitad de la cara y la nariz, machacada», asegura el ex empleado.
La organización Funeral Consumers Alliance (FCA) dice que la evidencia apunta a un problema grave.
«Esa es una gran señal de alerta», dijo Josh Slocum, director ejecutivo de la FCA.
«Por lo que veo y entiendo, me parece que probablemente haya violaciones de los estándares profesionales básicos en los códigos que regulan las funerarias», explicó.
Las quejas legales contra la funeraria Ortiz incluyen la preparación negligente del cuerpo para el entierro y no embalsamar adecuadamente los restos de los difuntos y difuntas.
«Tienen el deber indelegable, la obligación, de mantener el cuerpo, de preservar el cuerpo y no manipularlo mal. Lo que sucedió aquí fue un mal manejo grave», dijo el abogado.
El ex empleado denunció que en esa funeraria cobrar por supuestamente embalsamar los cuerpos, pero lo que hacen es que los limpian y los visten.
Michelle Ortiz, hija del propietario y gerente de la funeraria también se negó a hablar alegando que el asesor legal del establecimiento les recomendó no hacerlo mientras haya litigios pendientes.
«Creo que la revocación de una licencia tiene que ser inmediata para una funeraria como esta», dijo el abogado en referencia a la Dirección de Funerales del Departamento de Salud de Nueva York.
Bronx News 12 dijo que hace meses presentó una solicitud basa en el Acta de Acceso a la Información Pública pero se le dijo al medio que posiblemente reciba la respuesta este 16 de diciembre.
«Proteger a los consumidores y asegurarse de que los directores de funerarias cumplan con todas las regulaciones estatales aplicables relacionadas con la práctica de la dirección de funerales es una prioridad del Departamento de Salud del Estado de Nueva York», fue la respuesta del gobierno estatal a las denuncias.
«Todavía me siento como si estuviera de duelo. Como todos los días, me voy a despertar y volver a hacer cuando se trata de este servicio», dijo Sosa.
La funeraria le ofreció a la familia Jerez un reembolso parcial del dinero pagado que rechazó diciendo que ni todo el dinero del mundo puede sustituir lo que están sintiendo.