Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El último momento del versátil comediante Ramón Antonio Asencio Andújar (Tano Kao), quien falleció ayer domingo a las 5:45 de la tarde, fue revelado en un dramático y sobrecogedor video que le grabó su amigo más cercano y guardián legal, Regortin Severino (Ramoncito) quien lo envió a este reportero para su difusión.
Severino, quien convivió con el artista en su residencia después de ampararlo cuando deambula en las calles de Nueva York, fue la única persona que estuvo al lado de Tano Kao en la emergencia del hospital Presbiteriano de la Universidad de Columbia en la calle 168 y avenida Broadway en el Alto Manhattan, narró pausadamente la agonía del fallecido mientras expiraba entubado.
“En el día de hoy, a la 1:15 de la tarde los doctores del hospital Columbia Presbiteriano me llamaron para que me presentara al hospital ya que van a desconectar a Ramón Asencio (Tano Kao) el comediante del sistema que lo mantiene con vida”, narra Severino.
“Dentro de una hora o dos, Ramón Asencio será pronunciado muerto. Dentro de poco el sistema que lo mantiene con vida dejará de funcionar”, explicó Severino en el video.
Dijo que por mucho tiempo estuvo al cuidado de Ramón Asencio a quien define como su hermano, amigo y se siente muy orgulloso de haberlo cuidado y preocuparse por su salud, ser su proveedor médico y su cuidador.
En una entrevista al margen con este reportero minutos después de la muerte de Tano Kao, Severino dijo que sufrió lo que parecía una hemorragia externa, vomitando abundante sangre que atravesó la mascarilla y empapó la bata y las sábanas del hospital.
“Murió a las 5:45 de la tarde en la sala de emergencias”, dijo Severino.
“Tenía complicaciones del corazón, Alzheimer, y eso hizo que a él se le olvidaran los medicamentos y demacrarse. El problema de la diabetes le fue complicando más los problemas, se le dañaron los riñones, el páncreas, el hígado y los pulmones que ya no le estaban funcionando”, explicó.
“Delante de mí, vomitó como un galón de sangre por la boca y la nariz, salí huyendo y llamé a la enfermera, votó la máscara y había mucha sangre en el piso”, narró Severino.
Dijo que le tomó muchas imágenes antes de que Tano Kao muriera que llevaba dos días en el hospital.
Señaló que numerosos médicos y enfermeras y otro personal de cuidado del hospital hicieron todos los esfuerzos posibles para que el comediante no muriera.
Severino indicó que Asencio le pidió que lo dejaran morir porque ya estaba cansado de tantos medicamentos e inyecciones.
Le dijo a Severino que no quería que lo resucitaran porque estaba cansado de tantos “vejigazos” y “puyones”.
Narró que hace 18 meses, Tano Kao le dijo que era más el castigo de cuidarlo que de dejarlo morir. “Que no están inventando conmigo, cuando llegue la hora que me dejen ir”, le insistía el comediante.
“Tenía mangueras por todos los lados pero no estaba respondiendo a los tratamientos ni a nada”, relató.
Tano Kao estuvo tres años viviendo en la casa de Severino que le habilitó una habitación.
También le consiguió un apartamento en Brooklyn con la oficina del congresista Adriano Espaillat y dijo que en ese condado, Asencio salía a las calles con frecuencia donde divagaba y se desaparecía, por lo que volvió a llevárselo a su casa.
En referencia a rumores y versiones de que Asencio fue abandonado por su hija, esposa y otros familiares, negó la especie diciendo que siempre se preocuparon por su salud.
Dijo que uno de los factores del trauma de Tano Kao fue cuando sintió que sus antiguos compañeros de programas en televisión, entre ellos Roberto Salcedo y Anthony Ríos le dieron la espalda.
“Aclaro que Roberto y Anthony dijeron varias veces que se cansaron de buscarlo, acordaban citas para reunirse pero Tano Kao nunca iba, se cansaron”, dijo.
Narró que en Brooklyn él tenía que buscar a Asencio con la policía todos los días y uno de los oficiales le recomendó que volviera a llevarlo a su casa, lo que hizo para que no muriera en la calle que era el principal riesgo.
“Decidí dejarlo en mi casa y aquí le dio un infarto, llamé un ambulancia, estuvo varios días en el hospital Presbiteriano y cuando salió mejorado lo enviaron al centro geriátrico La Isabella Home en el Alto Manhattan, donde lo visitaba para seguir cuidándolo, darle la comida, ayudarlo a bañarse y vestirse”, añadió.
Llegó el Coronavirus y a partir de ahí, Severino, la hija y ex esposa tuvieron que comenzar a monitorearlo por video conferencia por las restricciones que hubo.
LOS FUNERALES
Sobre los funerales, Severino adelantó que se hacen las gestiones sin un solo centavo y se espera que el consulado, el congresista Espaillat, empresarios, artistas, promotores de espectáculo y amigos, colaboren para darle una sepultura digna.
Dijo que se abrirá una campaña de recaudación en la plataforma GoFundMe para que el pueblo y la comunidad donen a la causa.
Anunció que los restos serán sepultados en Nueva York y también se contempla una vigilia para honrar su memoria.