Fuertes protestas sacuden a Kazajistán por cuarto día consecutivo y ya han desembocado en la toma de aeropuertos, incendios en la antigua sede presidencial y otras edificaciones.
Asimismo, se han registrado saqueos masivos y enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y algunos manifestantes.
Las manifestaciones empezaron el 2 de enero tras la drástica subida de precios del gas licuado del petróleo, pero pronto adquirieron matices políticos, lo que ha conllevado a la dimisión de los miembros del Gobierno y el apartamiento definitivo del poder del expresidente Nursultán Nazarbáyev.
Pese a las concesiones de las autoridades, las protestas se recrudecieron y el mandatario actual del país, Kasim-Yomart Tokáev, decretó el estado de emergencia en todo el territorio nacional.