Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Los 47 dominicanos y dominicanas que perecieron como víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre del año 2001 en Nueva York y que en su mayoría eran trabajadores y empleados de compañías, empresas y restaurantes de las torres gemelas, siguen siendo olvidados por las autoridades oficiales y las instituciones de la comunidad a 20 años de la tragedia.
Aunque se dan cifras diferentes, oficialmente la Oficina del Médico Forense de la ciudad, situó la cantidad de dominicanos y dominicanas muertos en 47.
Los gobiernos de la República Dominicana nunca han pedido un registro de la cantidad exacta a través de sus instituciones representativas en Nueva York.
Un equipo de técnicos y otros empleados de la entonces Compañía Dominicana de Teléfonos (CODETEL), todos residentes en el Alto Manhattan, que trabajan en la torre Norte, se salvaron cuando el vehículo en el que se transportaba se averió en la autopista Henry Hudson Parkway a la altura de la calle 86, según testimoniaron algunos de ellos después de los ataques.
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Los criollos, de los que una gran parte laboraban en el restaurante “Windows on the World”, donde estuvo en un deesayuno el entonces presidente Hipólito Mejía tras ser electo en el 2000 y uno de los más impresionantes establecimientos de su género en el mundo, murieron junto a otras miles de víctimas, cuando en las primeras horas de la mañana del fatídico día, cuatro aviones fueron impactados contra las estructuras provocando el derrumbe de estas.
Para la fecha, en el entonces cónsul general Luis Eludis Pérez en el Gobierno del PRD del presidente Hipólito Mejía trabajó junto a familiares de los criollos caídos, pero desde ese momento, el contacto con los deudos no ha pasado de ahí.
El consulado general dominicano ofreció orientaciones, contactos e informaciones a los deudos de las víctimas a través de la oficina de asuntos comunitarios que estaba a cargo de la señora Mónica Lockward, pero a seis años de la tragedia que cambió la vida de toda una nación, más nada se ha hecho en relación a las víctimas dominicanas.
Al igual que los 47 criollos, cientos de otros latinos que también trabajan en las torres cayeron a consecuencia del ataque.
Que se recuerde, a 20 años de conmemoración, los muertos dominicanos del 11 de septiembre del año 2001 y a diferencia de las víctimas del vuelo 587, nunca han tenido un lugar especial donde sus familiares y amigos, puedan recordarlos y rezarles en tributo a sus memorias.
Los gobiernos dominicanos ni las instituciones comunitarias han dispuesto de un lugar donde esas víctimas puedan ser recordadas de manera permanente.
Probablemente sus nombres son leídos anualmente en las ceremonias organizadas por la alcaldía de Nueva York y la gobernación del estado, pero en esas actividades nunca se identifican las víctimas por sus nacionalidades.
Una de muchas especulaciones y anécdotas que se hacen en torno a la destrucción de las torres, es la de que todos los empleados de una oficina que mantenía allí la desaparecida Compañía Dominicana de Teléfonos (CODETEL), pudieron salvar sus vidas, gracias a que el vehículo que los transportaba juntos y diariamente al trabajo se daño en la autopista Henry Hudson Parkway, por lo que no pudieron llegar a tiempo a la torre Norte, donde estaba situado un centro de operaciones satelital de CODETEL.
Tan olvidados están los dominicanos muertos en ese ataque que incluso, en el consulado general dominicano, fue imposible conseguir los nombres de las víctimas.
Un sitio Internet que se define como «oficial» con informaciones acerca del 11 de septiembre del 2001, consigna a un solo dominicano en un listado en el que aparecen la cantidad presunta de víctimas por nacionalidades y estados.