Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El temor y la preocupación aumenta en los neoyorquinos y turistas que visitan la ciudad ante la amenaza de la variante sudafricana Ómicron que ya cuenta con dos casos detectados en Canadá, mientras el doctor Anthony S. Fauci dice que las nuevas mutaciones del coronavirus podrían haber entrado a Estados Unidos.
El tema de la variante originada en países de África del Sur es cotidiano en barrios de migrantes como el Alto Manhattan mayoritariamente poblado por dominicanos, las zonas de mayor concentración urbana en los cinco condados y los suburbios, y entre cientos de turistas que siguen visitando áreas de gran atracción como Times Square.
En los tres principales aeropuertos del área tri estatal, Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, así como en la zona de Nueva Inglaterra cuya principal ciudad es Boston, la noticia de la variante Ómicron y las medidas de emergencia de las autoridades, es también uno de los temas principales.
En Canadá, dos nativos de Nigeria en África del Sur dieron positivo, en tanto, sudafricanos que llegaron al aeropuerto internacional John F. Kennedy el fin de semana dijeron que decidieron acortar sus vacaciones en sus países de origen para evitar el contagio.
Entre los turistas, muchos expresan el temor de que la ciudad se vea forzada a volver a cerrar sus puertas como ocurrió durante el pico de la pandemia en 2020.
La gobernadora estatal de Nueva York, Kathy Hochul dijo ayer domingo que el estado de emergencia será revisado en enero y que de acuerdo a la situación a esa fecha, se reactivarán las medidas de excepción COVID-19 al igual que el año pasado.
Aunque se mantienen las restricciones de la pandemia de exigir mascarillas, mostrar la tarjeta de vacunación y la distancia social en todos los negocios de la ciudad, el Departamento de Salud reactivó el fin de semana la campaña con mensajes mediáticos, en redes sociales, televisión, radio, transporte masivo y electrónicos en las calles pidiendo a todos los neoyorquinos hacerse la prueba y ponerse la tercera vacuna de refuerzo.
“Tenemos que hacer todo lo posible para proteger a los neoyorquinos vulnerables. Eso significa asegurarnos de que todos puedan recibir un refuerzo”, escribió ayer la gobernadora en su cuenta twitter.
La funcionaria también dijo a medios locales que aunque no se ha detectado el primero caso Ómicron en Nueva York, ha ordenado a los funcionarios de salud asegurarse de que los hospitales están listos para responder a cualquier eventualidad.
El anuncio de la variante sudafricana precede a las muertes de al menos ocho ancianos en un asilo de Connecticut, la semana pasada.
Médicos locales informaron que Ómicron es mucho más letal que COVID-19 genérico debido a la cantidad de mutaciones que tiene y su letalidad puede atacar solo en horas a las víctimas.
La oficina de la ciudad para servicios a migrantes, también está aclarando a los extranjeros que residen en Nueva York que no deben preocuparse por su estatus migratorio, ya que para pruebas y vacunas, no se le pedirá documentos a nadie.
El estado de emergencia incluye la adquisición a tiempo de suministros médicos para enfrenta la variante sudafricana y también la DELTA, aumentar la capacidad de camas en intensivos de los nosocomios y tratar de prevenir la escasez de personal de salud.
Se autoriza al Departamento de Salud del estado tomar medidas para priorizar las emergencias por la pandemia.
«Seguimos viendo señales de advertencia de picos este próximo invierno, y aunque la nueva variante Ómicron aún no se ha detectado en el estado de Nueva York, está por llegar», adelantó la gobernadora.
La funcionaria hizo el anuncio a horas de haber dicho que su despacho estaba monitoreando la variante sudafricana que tiene 50 mutaciones del virus COV-2 del SARS original que causó estragos en China en 2019, con más de 10 en la proteína de pico facilitando que acceda a las células humanas.